
Honda ha tardado algo más de 15 años en renovar su súper touring pero la espera ha merecido la pena. La nueva Gold Wing continúa siendo una rutera de lujo pero ahora es una moto más ‘utilizable’. Resulta más compacta, no tan ‘Moustrosa’ como su antecesora aunque sigue siendo grande y pesada, pero también es más ágil, ha ganado potencia y suavidad de funcionamiento de su motor de seis cilindros.
De salida, Honda desdobla la familia en varias versiones: la Gold Wing Tour y la Gold Wing (sin top case, estética bagger y solo disponible con cambio manual) con la Gold Wing Tour DCT Airbag como tope de gama. La diferencia entre la Tour y la Gold Wing ‘a secas’ es el equipamiento . La Tour cuenta con el top case y una pantalla derivabrisas de mayores dimensiones además de poder optar por el cambio DCT. En ambos casos el accionamiento de la pantalla es eléctrico y su diseño ha sido estudiado para mejorar el flujo del aire.
La adopción de un tren delantero tipo Hossack con un amortiguador en lugar de la horquilla convencional ha permitido adelantar la disposición del motor para mejorar su dinamismos a la vez que dotar de más independencia a la dirección de la amortiguación delantera. Igual de novedoso resulta la incorporación de una batería de soluciones electrónicas como los modos de conducción (Tour, Sport, Econ y Rain) así como la regulación electrónica de la precarga. También dispone de control de tracción y asistente en pendiente (cuando paramos en una subida y la moto se frena sola). La llave inteligente y el control de velocidad crucero junto al sistema de infotetenimiento y navegación ponen a esta Gold Wing en un plano tecnológico superior. Si le sumamos que es la primera moto y contar con Apple Car es la pera.
Capacidad de carga ha perdido algo en pos de estilizar la línea y ahora ofrece maletas laterales de 30 litros de capacidad mientras que el top case es de 50 litros. Esta medida viene dada por un estudio entre los usuarios en el que revelaron que solían hacer salidas de cuatro días como mucho de manera que reducir un poco la capacidad de carga no sería problema.
En una primera toma de contacto marcada por el frío, la Gold Wing dejó patente lo mucho que ha ganado en dinamismo deportivo comparada con su antecesora pero manteniendo un alto nivel de confort. La moto sigue siendo un paradigma de confort pero más divertida de conducir a pesar de sus 379 kilos en orden de marcha. Ahora es más estable en curvas a alta velocidad y el motor dispone de más par. Nos sorprendió gratamente el suave funcionamiento del DCT montado en un motor de 1.800cc y seis cilindros con 125 CV. A falta de poder probarla más a fondo (sin tanto frío) la Gold Wing nos dejó muy buen sabor boca y nos dio la sensación que está más cerca de una ‘gran Paneuropean’ que de una Gold Wing, objetivo que han buscado sus creadores para conquistar nuevos clientes.
Fotogaleria Honda Goldwing 2018